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Si la crónica de este partido la hubiera escrito el peor enemigo del Madrid, habría elegido este resultado y este final. Los jugadores se fueron del campo con aplausos porque el público les reconoció el esfuerzo, pero en el fondo saben que se les escapó el título que tenían más fácil ya que estuvieron a casi un partido de conseguirlo. La lectura crítica del partido es que el Madrid fue incapaz de marcar dos goles en ochenta minutos, cuando lo tuvo todo a favor y ante un rival que acusó el miedo escénico y que en el primer tiempo fue una caricatura del equipo de la ida en La Romareda. Al Zaragoza sólo se le vio en la segunda parte, donde realmente consiguió un parcial de 1-1 que no subió al marcador porque el árbitro le anuló un gol legal. Muy felices se las prometía López Caro al principio, muy ilusionado estaba Florentino en el descanso, pero al final el mazazo fue terrible. El 4-0 es la victoria que más duele. |
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Aguantar todo lo que tuvo que aguantar el Zaragoza tiene mérito. Es un justo finalista de la Copa porque se ha cargado al Atlético, al Barça y al Madrid, los tres equipos con más presupuesto de este país. Ha sido valiente, ha jugado siempre al ataque y ha buscado la gloria. Con decir que al Barça y al Madrid les ha marcado once goles, está todo dicho. Ayer estuvieron al borde del KO, salieron atemorizados y lo pagaron caro, pero supieron aguantar el tipo con orgullo y coraje en una lucha titánica que dejó a los dos equipos desfondados. Víctor Muñoz es el gran triunfador con dos finales de Copa en tres temporadas y un título conquistado precisamente ante el Madrid de su máximo esplendor galáctico. Ahora, ya en la final, espera al Espanyol o al Deportivo en un duelo en el que, por lo méritos contraídos, parte como favorito. ¡Quién se lo iba a decir! Hace una semana titulábamos la contracrónica del partido de ida con un 'Milito por delante, Milito por detrás' que intentaba resumir en una línea lo que fue el 6-1 del Zaragoza al Real Madrid. Hoy optamos por 'Juanito por arriba, Ferreras por abajo' porque es legítimo admitir que el club blanco puso desde la negra visita a La Romareda todos los ingredientes necesarios para soñar con una remontada histórica. Cuentan que fue una ingeniosa idea de Antonio García Ferreras, Director General de Comunicación y Contenidos del Real Madrid la misma noche de autos. Allí, entre los restos del naufragio, Ferreras justificó el cargo con mayúsculas que define su tarea con una consigna que pareció peregrina: convertir el 6-1 adverso en un resultado positivo. Así que surgió Iker Casillas después de la media docena y, tras la ducha, soltó lo que entonces sonó a insensatez: "Apelaremos al espíritu de Juanito y remontaremos". En caliente pareció una fanfarronada. Luego se intuyó como una sugerencia que formaba parte de un plan maestro, entre otras cosas porque cuando Juanito dejó de correr la banda del Bernabéu Casillas tenía seis años y la memoria no da para tanto. Así que entre el empuje celestial de Juanito y el terrenal de García Ferreras, en los días posteriores se comprobó que el madridismo se creía su propia fantasía. La web oficial del club vomitó a diario gestas que se remontaban -nunca mejor dicho- hasta 1907. Circuló un SMS con un 'Remontada, pásalo'. Los diarios filomadridistas participaron con reportajes de las goleadas al Derby, al Anderlecht, al Borussia... Los Santillana, Benito y compañía volvieron a tener dobles páginas como hace 25 años y hasta el hijo del malogrado Juan Gómez veía a su Madrid jugando la final de la Copa. Tanto aluvión mediático acabó calando incluso en el rival, un Zaragoza que día a día, mirando la hemeroteca, fue olvidándose de que hace sólo una semana le había metido seis a los de blanco. Ni una voz surgió de la plantilla de La Romareda reclamando respeto, recordando que eran ellos los que habían ganado por 6-1 y no al revés. Eso ya dio indicios de un inequívoco acongojamiento. La prueba definitiva llegó a los 10 minutos del partido de vuelta, con ese 3-0 que reflejaba el marcador de un Bernabéu lleno y entregado, otro mérito del jefe de comunicación, a quien sólo le faltó marcar el gol de la clasificación. En el decorado para la remontada merengue quedaba un detalle: el árbitro. Y González Vázquez no iba a fallarles. Siguió ese guión que marcaba el 'espíritu de Juanito' y fue caserísimo como los colegiados de los 70 y 80. Muchos de los logros del Real a lo largo de su historia tienen algo de esotérico, de providencial. Llegar a una final de Copa de Europa con los Garcías, que Zidane marque su mejor gol como madridista precisamente en una final de Champions o que la lesión del portero titular permita a la postre convertir al suplente en el héroe de una victoria en Europa no siempre tienen una explicación lógica. El golazo de Cicinho en el minuto 1 alimentó esa leyenda. Pero al guión de la gran remontada blanca sólo le falló una cosa: será el Real Zaragoza el que jugará la final Pero el que no se consuela es por que no quiere, ellos diran... tambien al Barça le eliminaron !!!, lo que pasa es que al Barça le echaron injustamente, y el Madrid la perdieron ellos mismos, esa es la diferencia NO TE OLVIDES DE VER LA PORTADA A GRAN TAMAÑO !!! |
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