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PARTIDAZO PARA LA HISTORIA. EL BARÇA SE ADJUDICÓ SU PRIMER TÍTULO DE LA TEMPORADA (4º DEL AÑO) ANTE UN GRAN SEVILLA QUE REMONTO UN 4-1 Y CONSIGUIÓ IR A LA PRORROGA, PEDRO EN EL MINUTO 115 CONSIGUIÓ EL GOL DEL TRIUNFO. EL BARÇA REALIZO UNA PRIMERA PARTE SENSACIONAL CON UN MESSI QUE MARCO DOS GOLAZOS EN DOS FALTAS MAGISTRALMENTE EJECUTADAS. TODO IBA BIEN PARA LOS AZULGRANAS HASTA QUE AL ÁRBITRO COLLUM SE LE CRUZARON LOS CABLES CON DESAFORTUNADAS ACCIONES Y A PUNTO ESTUBO DE ARRUINAR LA SUPERCOPA A LOS DE LUIS ENRIQUE, EL PRIMER GOL DEL SEVILLA FUE PRODUCTO DE UNA FALTA INEXISTENTE, ANULO UN GOL LEGAL A SUAREZ, IGNORO DOS PENALTIS POR DOS MANOS DENTRO DEL ÁREA DE JUGADORES SEVILLISTAS, PERDONO VARIAS TARJETAS A LOS JUGADORES DEL SEVILLA, Y AL BARÇA LE GASTIGÓ CON FALTAS INEXISTENTES. PERO AL FINAL LOS CATALANES FUERON LOS JUSTOS VENCEDORES POR QUE EN EL CÓMPUTO GENERAL FUERON MEJORES.

El FC Barcelona se ha proclamado campeón de la Supercopa de Europa después de vencer al Sevilla FC por 5-4 en la final disputada en Tiflis (Georgia), en un partido con prórroga en el que dos goles de Lionel Messi, uno de Rafinha Alcántara, uno de Luis Suárez y otro de Pedro han hecho inertes los tantos sevillistas de Banega, Reyes, Gameiro y Konoplyanka.

En el Boris Paichadze Dinamo Arena de la capital georgiana, el Barça consolidó con nervios su reinado europeo con esta Supercopa, y de camino hacia el que sería el segundo 'sextete' en la historia del club catalán. Los pupilos de Luis Enrique refrendaron así su excelente primavera, cuando ganaron Liga BBVA, Copa del Rey y Liga de Campeones, conquistando en esta ocasión su primer título oficial veraniego.

Lo hizo con un gol decisivo del cuestionado Pedro Rodríguez, inmerso en dudas sobre su futuro por una posible marcha al Manchester United. Y todo ello ante un rival con varios problemas en defensa pero con su técnico, Unai Emery, reinventando por enésima vez la ilusión de un Sevilla que ya sorprendió a los culés hace nueve años. En aquella edición de 2006, el conjunto andaluz entrenado por Juande Ramos venció 3-0 en el Luis II de Mónaco al Barça, dirigido por el neerlandés Frank Rijkaard y con el brasileño Ronaldinho de principal figura.

Con el pasado como horizonte, los sevillistas querían hacer buena la teoría del eterno retorno en su versión futbolística. Pero en la alineación titular de Emery no se encontraban filósofos como Friedrich Nietzsche, sino once jugadores dispuestos a competir, a aprovechar la ausencia del brasileño Neymar Jr y además espoleados por un frenético comienzo de partido.

Porque el vigente campeón de la Europa League empezó asustando al ganador de la última 'Champions League', filtrando en la frontal del área culé un pase para José Antonio Reyes; el atacante utrerano fue trabado en falta por Javier Mascherano, con el árbitro escocés William Collum cortando la ley de la ventaja que Vitolo había malgastado delante de Ter Stegen en el balón dividido.

Sin embargo, no muchos recordarán eso debido a la posterior ejecución de la falta. Fue el centrocampista argentino Éver Banega el encargado de disparar, superando con sutileza a la barrera azulgrana y convirtiendo el 0-1 mientras el portero del Barça hacía la 'estatua', con apariencia de obnubilado por tal inicio de final. Poco duró la alegría andaluza, pues a renglón seguido apareció en escena Messi para neutralizar dicho gol e imitando además a su compatriota. El delantero culé otorgó una nueva definición a aquello en lo que Ter Stegen había pecado, ya que Messi sí obnubiló a los aficionados del Barça con otra falta al borde del área rival.

Beto no hizo la 'estatua', pero su inútil estirada se transformó en testigo del disparo a tenor de la bonita trayectoria que el lanzamiento dibujaba en el aire. La pelota entró por la escuadra y devolvió la igualdad (1-1, min.7). Con la batalla apenas empezada, ambos equipos ya exhibían virtudes a balón parado. Aunque, el encuentro no se decidiría con la pelota quieta sino gracias a la movilidad de cada delantera. Ahí el Barça contaba con cierta ventaja atendiendo al currículum de su curso 2014-15, pero cada temporada es un cuento diferente y las credenciales debían ponerse de nuevo sobre la mesa.

Messi parecía evitar esa coyuntura al cuarto de hora, con su segundo tanto de falta directa. Desde casi 35 metros, y perfilado mejor para un diestro que para un zurdo, el atacante argentino conectó un potente tiro que traspasó a media altura la puerta de Beto. Era el 2-1 y el club catalán encauzaba el duelo sacudiéndose el sobresalto del minuto 3.

El Barça cogió las riendas de la final y optó por sobar la pelota como tanto ha acostumbrado este 2015. Las ocasiones de peligro llegaron casi por inercia, con un Sevilla resguardado atrás y cediendo terreno poco a poco. Pese a que los hispalenses se asomaron al feudo de Ter Stegen, Dani Alves solventó la papeleta despejando un balón suelto casi sobre la línea de gol.

Pasada la alarma, los catalanes cobraron mayor ventaja con el 3-1 merodeando ya el descanso. Tras un pase muy, muy largo de Rakitic desde su propio campo, Luis Suárez se plantó solo a la carrera delante de Beto. El uruguayo falló el mano a mano, pero recuperó su propio rechace y dio un eficaz a Rafinha, quien venía en tromba para remachar raso y establecer más distancia en favor del conjunto azulgrana.

Todavía con el 'shock', el Sevilla no se recompuso a la vuelta de los vestuarios. Los de Emery encajaron el 4-1 (min.52), después de un error en la salida del juego trasero; Trémoulinas le regaló involuntariamente una asistencia a Iniesta, que pasó a Luis Suárez par que éste ajusticiara en soledad a Beto. Cuando peor pintaban las cosas, Reyes se desperezó y logró con su 4-2 (min.57) que el drama aún no se instalase entre los sevillistas.

El de Utrera convirtió en gol un centro medido de Vitolo desde el costado izquierdo, cruzando la pelota por el área culé y con un Reyes desmarcado para batir por segunda vez a Ter Stegen. Era el génesis de la heroica hispalense, la aplicación balompédica de aquel eterno retorno de Nietzsche. La filosofía del Sevilla mostró entonces su interpretación más práctica y ferviente. Rafinha bien pudo desvanecer la gesta de sus adversarios con un par de ocasiones peligrosas, una de ellas estrellando un cabezazo al travesaño tras un córner.

Vitolo no se amedrentó y volvió a acaparar protagonismo, yendo a rematar un centro desde la banda izquierda y ganándole la espalda al central francés Mathieu; el galo lo agarró, cometiendo un claro penalti y del cual se benefició Gameiro para acortar la desventaja. Quedaban 20 minutos y el Sevilla creía por completo en escribir una nueva página de oro en su historia europea.

Yevhen Konoplyanka, que había sustituido a un enfadado Reyes, se erigió en provisional héroe de la noche. Un enorme fallo de Marc Bartra en el marcaje a Immobile propició que el nuevo fichaje sevillista regalase el 4-4 (min.80) al goleador ucraniano. Su tanto a placer, tras un buen desmarque a la espalda de la defensa, llevaba el partido a la prórroga. Ahí pesó el cansancio en las piernas y no se gozó de oportunidades brillantes.

El lustre correspondió finalmente a Pedro, que fue el auténtico profeta para un Barça que casi lo tiene descartado para su plantilla y que en cambio se encomendó a él para la gloria. En la recta final, una falta directa de Messi golpeó en la barrera y el argentino volvió a disparar; Beto le realizó una gran parada a ras de suelo, pero Pedro 'enganchó' el rechace para anotar el quinto gol culé y repetir su proeza de 2009 ante el Shakhtar Donetsk.

UN ÁRBITRAJE ESCANDALOSO A PUNTO ESTUBO DE VIRLARLE LA SUPERCOPA AL BARÇA

Un arbitraje escandaloso del escocés William Collum contribuyó al declive azulgrana de la segunda parte. Una serie de decisiones erróneas mantuvieron en pie al Sevilla hasta ese tramo final en el que el Barça se descompuso. Y empezó pronto: el primer gol sevillista fue fruto de una falta de Mascherano sobre Reyes del todo inexistente. Piscinazo lamentable del sevillista. A partir de ahí, el Barça fue a remolque, pero si no dejó al Sevilla sentenciado fue por una serie de decisiones, la más clara el gol anulado a Luis Suárez, con 2-1 en el marcador, completamente legal. Pero no se detuvo ni en los minutos finales: el gol de Pedro viene precedido de un penalti por mano clamorosa del Sevilla en la falta lanzada por Messi.

La jugada del gol legal anulado al uruguayo nace de un pase entre líneas de Iniesta a Mathieu, que arranca en posición correcta porque Krychowiak rompe el fuera de juego. En su pase posterior, una gran asistencia a Suárez, en todo momento el uruguayo está más retrasado que el balón. No puede haber, por lo tanto, fuera de juego. Con esta decisión, más la del gol del Sevilla que no tuvo que haber subido al marcador, al descanso debió llegarse con 4-0.

Y no acabó ahí la cosa. Ya con 4-1, penalti por mano de Krychowiak a centro de Rafinha que se comió y que habría supuesto el quinto gol azulgrana mucho antes del declive de la media hora final. La puntilla, en la prórroga: codazo de Immobile a Piqué que se queda sin castigo. El italiano tenía tarjeta amarilla. Piqué se dirigió a él comentando, en inglés: "Seis árbitros y ninguno ve nada".

Sí vieron penalti en el agarrón de Mathieu, pero no en la mano clamorosa, rechazando el lanzamiento de Messi, que precedió al gol de Pedro. Un atraco en toda regla que, a diferencia del atraco al tren de Glasgow (ciudad natal de Cullum) les salió mal. Ronnie Biggs se fugó a Brasil. En Georgia, la Supercopa se la quedó su legítimo propietario.

FC BARCELONA: Ter Stegen; Alves, Piqué, Mascherano (Pedro, min.93), Mathieu; Rakitic, Busquets, Rafinha (Bartra, min.77); Iniesta (Sergi Roberto, min.63), Messi y Suárez.

SEVILLA FC: Beto; Coke, Rami, Krychowiak, Trémoulinas; Banega, Iborra (Mariano, min.79), Reyes (Konoplyanka, min.68), Krohn-Dehli; Vitolo y Gameiro (Immobile, min.79).

GOLES: 0-1, min. 3, Banega.-1-1, min. 7, Messi.-2-1, min.15, Messi.- 3-1, min.43, Rafinha.- 4-1, min.52, Suárez.- 4-2, min.57, Reyes.- 4-3, min.71, Gameiro (p).- 4-4, min.80, Konoplyanka.- 5-4, min.114, Pedro.

ÁRBITRO: William Collum (ESC). Amonestó a Pedro (min.94), Busquets (min.117) y Alves (min.119) por parte del FC Barcelona; y a Krychowiak (min.14), Coke (min.87), Banega (min.90+2), Immobile (min.92) y Krohn-Dehli (min.119) en el Sevilla FC.

ESTADIO: Boris Paichadze Dinamo Arena de Tiflis (Georgia


Estadísticas (Clic en jugador) Numero en lado Ido: Datos jugador, lado Dcho: total equipo, ejemplo 5/60. (NOTA: Los D. Competición no estan disponibles)


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ASÍ JUGARON, Y PUNTUACIÓN
Ter Stegen (6): vendido
El guardameta alemán, seguro por arriba y con los pies, en el gol de Banegas hizo la estatua, pero no pudo hacer mucho en el extraordinario golpeo de falta. En el penalti de Gameiro, el francés ejecutó la pena máxima a la perfección y le dejó sin opciones. En el 4-4 también estaba vendido, aunque quizá no fue la mejor decisión intentar atajar el centro de Immobile.

Mascherano (6): penalizado
El argentino, que arrancó algo excesivamente revolucionado –incluso cometió la falta del gol de Banega-, fue encontrando su sitio con el paso de los minutos. En la segunda mitad, además, se atrevió con pases más arriesgados y no falló prácticamente ninguno. Tras el 4-3, el ‘Jefecito’ repartió gritos a diestro y siniestro intentando evitar lo que sucedió: el tanto del empate a cuatro.

Alves (7): inconformista
El lateral presumió un gran estado de forma y una actitud que confirman que, pese a su renovación, sigue dispuesto a ganarse el puesto en cada partido. En la primera parte salvó el que hubiera sido el 2-2 sobre la misma línea de gol e incluso probó fortuna con un disparo potente que atajó con problemas Beto.

Piqué (7): resignado
Marcó territorio en la zaga azulgrana en todas las acciones individuales, sobre todo en jugadas aéreas, aunque cueste valorarle positivamente tras recibir cuatro goles. Como siempre, facilitó la salida de balón.

Mathieu (5): irreconocible
Si normalmente destaca por su solidez en defensa, ante el Sevilla dejó muchas dudas. Primero, porque en el 4-2 dejó libre el segundo palo para que Reyes rematara a placer. Y segundo, porque cometió un penalti a Vitolo demasiado descarad. No obstante, en ataque se mostró profundo e incluso asistió a Luis Suárez en un tanto que debió subir al marcador.

Busquets (6): asistente
Un robo de balón suyo en la salida de balón del Sevilla propició el 4-1 de Luis Suárez, que parecía dejarlo todo resuelto. En su contra hay que decir que en ocasiones se vio superado y le faltó imponer su ley en el tramo final, cuando acusó más el cansancio.

Rakitic (7): decreciente
El croata arrancó el encuentro de forma espectacular: presionando, organizando e incluso pisando área. Sin embargo, su batería se fue acabando al mismo ritmo que las del equipo y desapareció en la segunda mitad. Ya en la prórroga, resurgió algo para dirigir, junto a Messi, las jugadas de ataque.

Iniesta (8): indispensable
El manchego cuajó un gran partido y es, seguramente, de los menos responsables de la remontada del Sevilla. Aportó desequilibrio desde la izquierda y generó peligro con sus conducciones verticales. Sustituido en el 63’ en una decisión cuestionable de Luis Enrique, volvió a demostrar que se crece en los partidos importantes.

Rafinha (8): goleador Titular por sorpresa de todos en detrimento de Pedro, se mostró muy participativo en el extremo izquierdo, una posición nueva para él. Su gol fue una nueva muestra de la capacidad de llegada que tiene. Si le respetan las lesiones, Luis Enrique le demuestra constantemente que confía mucho en él.

Luis Suárez (9): fiable
Hizo lo que suele hacer: aportar infinidad de trabajo, asistencias y también gol. El delantero uruguayo, un auténtico seguro de vida, perdonó un mano a mano con Beto pero en el rechace del mismo se inventó una asistencia mágica para que marcara Rafinha. Ya en la segunda mitad, asistió a su cita con el gol al definir con precisión tras un robo de Busquets.

Messi (10): eterno
Eterno, colosal, irrepetible, único, estratosférico, apoteósico, antológico, messístico. Sobran las palabras para describir a este monstruo del fútbol. Marcó dos golazos de falta como si nada e incluso rozó un tercero con un disparo –también de falta- a la madera.

Sergi Roberto (6): diesel
Le costó coger el ritmo frenético que tenía el partido cuando entró pero en los últimos minutos cortó varios balones vitales para que el Barça aguantara el 5-4.

Bartra (5): frío
Entró en el 78’ y solo tres minutos más tarde tuvo un error ante Immobile que propició el 4-4. La sensación que sigue dejando es que le falta dar un paso adelante si de verdad quiere ser importante en el Barça.

Pedro (10): recompensado
En el que seguramente era su último partido como azulgrana, los dioses del trabajo, de la constancia, de la justicia y de la recompensa se aliaron para ‘darle’ un gol que bien merecía. Pedro se irá del Barça como lo que es, un pedazo de futbolista al que solo una delantera como la ‘MSN’ ha sido capaz de robar protagonismo. El destino es caprichoso y el fútbol, justo. En una noche como la de este miércoles, el barcelonismo solo puede tener tres palabras para el tinerfeño: gracias, gracias y gracias.

Luis Enrique (6): desacertado
El asturiano firmó su cuatro de cuatro en títulos con el Barça pero lo hizo en una noche en la que tomó decisiones cuestionables. La primera, quitar a un Iniesta que lo estaba bordando. La segunda, no dar minutos a Pedro mucho antes.